Las preguntas de un ciudadano sobre Venezuela
Por Ismael Pérez Vigil, Politólogo
Caracas 11 de febrero de 2004. ¿Sí Chávez Frías es tan popular, por qué no acepta el referendo? ¿Sí controla la fuerza armada, por qué no ha dado ya el golpe de estado? ¿Sí controla la Asamblea Nacional, por qué no termina de aprobar el reglamento interno de discusión y la ley del TSJ? ¿Por qué no acaba de elegir 10 magistrados más en el TSJ y cambia todo el orden jurídico del país y “legaliza” su autocracia?
¿Si están tan seguros de sus pruebas y datos sobre el fraude con las firmas, por qué no las han presentado de una vez en el CNE? ¿O por que no las entregan en la Fiscalía, para que el Fiscal pro régimen, le de curso a una investigación? ¿Por qué no introducen un amparo ante la Sala Constitucional del TSJ, que les es afecta, como hicieron con el referendo Consultivo convocado para febrero de 2003? ¿Por qué mandan a sus voceros —perros de presa: Ron, Chacón y Cabello— a amenazar a la oposición y a sus huestes tarifadas a rodear el CNE?
¿Por qué Chávez Frías —que legalmente lo puede hacer cuando quiera— no convoca un referendo, mañana mismo, para cambiar la Constitución? ¿Si es tan popular, porque no propone esa reforma constitucional para que se la aprueben y así gobernar como a él le gusta y sale de todo esto?
¿Por qué el Gobierno no decretó el estado de emergencia en diciembre o enero, de hace un año, cuando tenía todas las excusas para hacerlo: País revuelto, economía paralizada, flujo de divisas detenido, sin combustible, país desabastecido, etc.? ¿Por qué no saca a la calle a sus Círculos Bolivarianos y arremete contra lo que sea, para producir un caos y tener una excusa para decretar el Estado de Excepción? ¿Por qué no nos termina de meter presos a todos los que, según el Gobierno, estamos conspirando para derrocarlo?
¿Si cuentan con la mayoría del CNE, con la mayoría en la Asamblea Nacional, con la mayoría del TSJ, con la Fuerza Armada, con la Fiscalía, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, etc. por qué no han declarado ya que las firmas no sirven y que aquí no habrá ningún referendo, y punto? ¿Por qué mantener toda esa apariencia de “legalidad”, si no les importa para nada el estado de derecho, ni la Constitución, ni las leyes ni la opinión de la comunidad internacional?
¿Para que retrasar todo para el 20 de agosto, o es que ese artículo de la Constitución si lo van a respetar? ¿Qué les importa violar la ley ahora o hacerlo a partir del 20 de agosto? ¿Cuál es la diferencia?
¿Si Chávez Frías cuenta con un 30% duro, hay un 40% que no sabe, pero que “no quiere el pasado” y si nosotros solo somos un 30% que nos dispersaremos en varios candidatos, por qué no renuncia de una vez y se convoca a elección presidencial en un mes y nos derrotan aplastantemente de una buena vez? ¿Si no logramos ponernos de acuerdo en un candidato y no ha surgido un liderazgo que nos aglutine, que espera Chávez Frías, que aparezca alguien que nos aglutine?
¿Si en 1999 éramos unos pocos miles, dispersos, escuálidos, sin credibilidad y hemos logrado llegar aquí y mover tres millones de personas a firmar contra este régimen autoritario, no los vamos a jugar en una partida, como a Rosalinda?
¿Debemos ahora contemplar como desde detrás de una pantalla de un monitor o pantalla de TV, desde otro país o desde un micrófono nos van a lanzar, armados de una pancarta, contra las tanquetas de García Carneiro, los gases de la GN o los fusiles de los soldados? ¿Acaso no sabemos, en carne propia, que sí son tan cobardes como para agredir gente desarmada? ¿O es que es cuento todo eso que hemos dicho de la violencia del régimen y la violación de los derechos humanos?
¿Esta vez si vamos a ver en la cabeza de la marcha todos los que están haciendo esos llamados “heroicos”, “come candelas”, “desgarradores”, por Internet, por la radio, por la TV o por la prensa?
¿Van a estar allí también todos los que hace cuatro o cinco años estaban del otro lado, en el Gobierno o en la Fuerza Armada, o cómodamente en sus casas viendo los toros desde la barrera y que ahora se rasgan las vestiduras pidiéndonos acción?
¿Quiénes somos los ingenuos, los que no queremos enfrentarnos de nuevo a las armas de la Guardia Nacional o los que creen que Chávez Frías ahora si se va a ir porque nos sentemos en la calle a esperar que se vaya? ¿Esta vez si se va a asustar el Gobierno y no como cuando el paro de diciembre y enero del año pasado?
¿Esta vez la dirigencia política y de la sociedad civil no va a cometer la torpeza del 11 de abril de 2001 y no va a dejar que todo se termine dirimiendo chapuceramente entre militares? ¿O es que cuando la Fuerza Armada nos vea en la calle, esta vez sí se va a dar cuenta de que somos muchos y que no nos gusta el régimen de Chávez Frías? ¿Y si se da cuenta, que importa? ¿De que nos sirve?
¿Quién les ha dicho a los agitadores de cuarteles que queremos ese tipo de ayuda de la Fuerza Armada? ¿Quién les ha dicho a esos Lenin tropicales que ellos nos merecen más confianza que la Coordinadora Democrática o que ellos si tienen más apoyo popular que la Coordinadora Democrática?
¿Por qué si todos sabemos que el 13 de febrero no habrá una respuesta de parte del CNE, hay ese empeño en poner esa fecha como de vida o muerte, como definitiva, dramática, todo o nada? ¿A quién se quiere “descabezar”? ¿Al Gobierno o a la Coordinadora Democrática? ¿Quién se beneficia con eso?
¿Y ahora que?
¿Qué que proponemos?, nada nuevo, ya todo esta propuesto; seguir en el camino trazado, pelear con las armas que conocemos, las de la civilidad, la democracia y el estado de derecho, con los restos que quedan del precario estado de derecho, pero que existe y la prueba es que el Gobierno no se ha atrevido a patear la mesa. Esta planteado un referendo revocatorio y para eso hay tres millones y medio de firmas que les queman las manos al CNE pro gobierno y al propio Gobierno, que no saben como deshacerse de ellas.
¿Vamos a tirar todo eso por la ventana?
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